Atrapado en el naufragio de este silencio escucho a lo lejos las voces de los ecos diciendo.
Titubeo de un lado para otro, en la deriva de un sueño, en el mar de la histeria, la ceguera me ha extraviado la tierra.Una fugaz sonrisa se esconde detrás de sus preguntas, se levanta como una reina, se sienta como una niña, el espacio límpido se llena con sus quejidos: que si el tiempo es suficientes, que si mañana o ayer, y que si esto u otro.
Ah mi hermosa mujercita bañada en hierro, el escudo de papel mache te protege de las injurias del mundo y del celoso hombre que quiere a toda costa robarte el momento. ¿Cómo entonces podría explicarte? En tus ojos verdes desvelo a Diana sólo que sin arco y sin flechas. Comienzas a agredirme con tus preguntas las cuales indudablemente te hacen más bella.
Te adentras al baño, vuelves al cuarto con tu boquita pintada. El silencio de mi poesía te tiene agobiada, deduces bien escribo sobre los dos.
El cruel análisis tuyo me deduce, pronto soy un pedazo de carne que piensa y sufre. Es verdad, mi escritura es el arma, el verso y el ritmo es la herida.
Según tu me hiero inútilmente. Tengo por sabido que nunca me besaras, pero fácilmente olvidas que… mi profundidad será el abismo que nunca has de pisar.
Tanto diagnóstico inútil te ha agotado, con tu mirada sigues el movimiento de mis letras, que difícilmente llegaran al orificio de tus orejas. Nunca lo sabrás pero la luna siempre ha sido mía y no de vos.
Sigo escribiendo al ras del momento, conmocionado por el dulce tormento de tu indiferencia, mi agobio perfecto es mirarte a los ojos y no encontrarlos. Saber que nada es mío salvo este escrito.
Insistes por saber lo que escribo. ¿Cómo explicarte el todo? Si tu mente científica y corazón rocoso —te empapan tu piel de hierro.
La superficialidad de las formas presupuestas de tu cruel análisis será la incomprensión total de las profundidades de mi abismo. De nada sirve buscar explicaciones a tus interpretaciones científicas si tu has dejado de saber lo que sientes, piensas, entonces como puedes imaginar lo que escribo.
Anda ve al baño, encuentra la luz de las mentiras de las ciencias. Mírate en el espejo desnuda y olvídate de que eres bonita. Que yo desde ahora no te mirare mas, pues una nueva elevación me llevara lejos de vos para no volver a sentir la frialdad de tu armazón.
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