Nubes

[~Primera Parte~]

Nubes atraviesan mi garganta; atascan mis pensamientos con dudas hasta hacer que el delirio sufra su caída abismal. Arrojadas al precipicio mis ideas caen detrás de mis sueños mientras arriba el cielo está siendo ocultado por nubes.

No existe modo de predecir la inoportuna aparición de las nubes. Con la desaparición del sol cae mi sombra, el frio de un tardío invierno se hace sentir –las esperanzas se arrodillan —mientras el viento titubea entre las calles incapaz de soplar lejos la nubosidad resta sobre de mi.

Allá en lo que era el ayer del horizonte el enjambre de nubes se aproxima. Sin organización alguna como fieles borregos se mueven hacia la misma dirección devastando el espacio, arrebatándole al cielo su esplendor. El sol alumbra hacia la oscuridad del universo mientras que yo, me adapto a vivir sin sombra.

Siento nubes sobre mis ojos. Con la visión en gris camino por las calles de los terrestres. Mi instinto es el fiel guía que abre los caminos que las nubes jamás podrán cubrir. Es necesario en momentos dejar que la providencia me proteja y me devuelva la fortuna de vivir en bajo un cielo sin nubes.

Carta Posthuma #1

A la chica de Nueva York

Qué habrá sido todo este tiempo del amor sin tu recuerdo. Tantos años y sigues intacta. Qué hubiera sido del amor si nunca hubiera aprendido a besarte. Aquel amor de majestuosos escenarios en donde paseamos juntos. He pasado los años en vano tratando de emular nuestra historia. No ha sido falta de inspiración es más bien una especie de condena que he recibido por no haber estado preparado cuando era mi tiempo para estar con vos. Aunque he sabido sobrellevar el fracaso es fácil sentir arrepentimiento. Tengo bonitas memorias con mujeres lindas, pero ninguna como el recuerdo virtuoso del amor que sigo sintiendo por vos.

¿Qué es el amor sin la primicia de tu recuerdo?
No lo sabes pero sigues bridándome inspiración.

¿Qué hace el amor cuando de repente existen noticias tuyas?
Es un hecho insólito, diría un milagro o un truco de un alquimista. Son tan buenas noticias a pesar de llevarte en la intimidad de mi recuerdo. Me es imposible no caer en tentación de volverte a ver. Parece inaudito que tan solo dos frases remojen y revivan una memoria de anteaño, y le regresen sus colores y le otorguen una nueva extensión hacia el porvenir.

Y es que mi amor por vos no se vale de obsesión sino de la ilusión de algún día poder volver a ver el cielo de tus ojos.

¿Qué será entonces del amor si pudiera verte de nuevo?

¿Qué sería del amor si besarte otra vez pudiera?

El amor es un riesgo, es un juego de todo o nada, no es un azar… Me conformo con las ganancias de todos estos años, no pienso tanto en las riquezas que pudiese haber tendido a tu lado. Aquel tiempo no era mi tiempo. Por eso creo conveniente aguantarlo...

-----------------------------------------------------------Enfocarlo en artes
----------------------------- porque decláratelo no puedo.

--------prefiero que viva del recuerdo, y lo estimules con tus esporádicas apariciones.

-----------------------------por eso debo aguantarlo.

Por qué no sabría que hacer del amor si éste no tuviese tu recuerdo.

Primera y última impresición de la lluvia

Estoy escribiendo. La sombra de mis dedos persigue las letras que voy dejando hechas palabras. Mi puño calienta el papel blanco mientras sobre mi cae la lluvia. Tengo frío. Escucho el roció en los alrededores, el frío encuentra refugio debajo de mi abrigo. La calle cobra una vida, los carros salpican el agua de los charcos. Las encaprichadas nubes siguen colmando la noche, y yo…

y yo ahora mismo comienzo un nuevo párrafo.

El pasatiempo de la lluvia parece ser el más tonto capricho de las nubes. Sigo escribiendo. Entre tinieblas los aviones encuentran las pistas de aterrizaje. El tiempo avanza. Mis letras continúan manchando el papel blanco mientras la lluvia tiene encharca lentamente las calles desiertas. Hace frío. Encuentro la calle fuera de su órbita usual, llena de brillo, escandalosa por los autos que pasan sobre sus charcos, sutil como el cielo porque está ocupada –es sin duda el gran logro de la lluvia:

Llenar las nubes y poseer las calles.


Redacto uno de los tantos mil sueños que el cielo me ha confiado. Hoy durante esta irreverente lluvia he encontrado las palabras para imaginar. La historia de la lluvia comienza en un firmamento con una luna menguante encabezado de estrellas. Brillo y resplandor es lo que quiere la lluvia por eso el de sus gotas. Frío y celeste es su temperamento por eso su sutil rocío en las noches de invierno. Siento el frío. Y confirmo en el reflejo de las encharcadas calles la grandeza de la lluvia.

Dejo de llover y quedo una noche sin estrellas.

Mis ideas se han agotado.

El frío re-afirma su postura por todo mi cuerpo, pero al menos tengo las manos calientes.